Este eminente doctor americano a quien ya conoces de un video anterior en páginas anteriores, resume de manera muy sencilla la verdad sobre los test PCR.

Para entender cómo los PCR son una herramienta para mantener la farsa con el tema de los asintomáticos, primero tienes que saber bien qué son, cómo funcionan y para qué fueron diseñados, pero antes, has de darte cuenta que crees en los test PCR, sin tener ni idea de ellos, porque la fingida discusión entre políticos con la que te han estado machacando desde la TV, pedían insistentemente, como la solución, hacer test masivos, test masivos, test masivos… y tú los has creído, pero ahora verás otro argumento más de esta farsa y cómo se va cerrando el círculo.

En este primer video verás lo que dice al respecto el creador de los test PCR, invenci´on por la que recibió el Premio Nobel. Él mismo dice que no sirven para el diagnóstico y cómo se puede obtener cualquier cosa positiva en función de los ciclos de ampliación de la muestra que tenga la prueba (ya sabrás lo que es esto más adelante). También verás otros muchos argumentos y profesionales dando su opinión al respecto que te servirán para ir entrando en materia.

Con la crisis sanitatiria del SIDA, provocada, generada y tratada por los mismos de siempre, ya intentaron hacer creer a la población que con los test PCR se podía decir quién estaba infectado de VIH, pero los estudios demostraron que ya en aquel entonces, eso era falso y la prueba no determinaba nada, exáctamente lo mismo que está ocurriendo con esta pandemia. En esta noticia podrás ver un recuerdo de lo que ocurría con los test PCR en 1997. Fraude tras fraude.

Con lo que sabes hasta ahora, podrás darte cuenta que los test PCR son una herramienta científica que sirve para reconocer si en una muestra hay algún código genético de algo que se busca, pero no es capaz de determinar la cantidad existente en la muestra de ese código genético y que, por lo tanto, es una herramienta útil a nivel de laboratorio, pero completamente errónea si se utiliza para el diagnóstico.
 
Básicamente, explicado de manera muy sencilla, un test PCR es una técnica que parte con la extracción de una pequeña cantidad de ADN, o ARN en este caso. El fin es conseguir que esta pequeña cantidad de muestra se amplifique. El test contiene un pequeño fragmento seleccionado como «específico» para ese ARN el cual se debe poder unir a la muestra tomada comenzando así la ampliación.
 
De la «especificidad» o precisión con la que se haya fabricado ese fragmento seleccionado sobre el RNA que tenga el test en origen a comparar, de la cantidad de veces que la muestra tomada se amplia en el proceso del propio test y de la calidad de la muestra tomada, se obtendrán unos resultados más o menos fiables, no para diagnosticar, sino para conocer la existencia de, al menos, algún rastro de lo que se busca en la muestra.
 
Pero que no te confundan con contagios, pues esos positivos, si fueran reales, que no lo son, no son indicativo de enfermedad, sino de presencia, ten esto claro. Si supieras la cantidad de virus de la que se puede encontrar presencia en tu cuerpo, esta noche no dormías.
 
Pero duerme tranquilo/a, eso siempre ha sido así y lo seguirá siendo, por eso lo utilizan para sus prop´ositos. Ese concepto tergiversado de los test PCR es la piedra angular sobre la que nos quieren construir la Nueva Normalidad para tener una justificación para que nos dejemos someter a las estúpidas medidas que nos imponen y que, si no lo remediamos, vienen para quedarse para siempre.
 
Escucha algunos profesionales comprometidos con la verdad, noticias e investigaciones y sigue aprendiendo sobre los PCR para entender la farsa.
Por lo tanto, ya sabemos que aunque los test fueran precisos, no indicarían que estamos enfermos ni con capacidad de contagiar, pero es que, además, en el caso del mal uso de los test PCR para diagnosticar que alguien está infectado por coronavirus SARS-coV-2, se dan todas las problemáticas posibles para que los resultados no sean fiables, tanto en falsos positivos, como en falsos negativos.
 
Vamos a tratar de darte argumentos para cada una de estas complicaciones. La primera, la precisión de la cadena de ARN del virus para saber qué buscamos en los test. No podemos decir a ciencia cierta si actualmente el virus ha sido aislado, purificado, secuenciado y micrografiado, como se debe proceder a nivel científico para poder decir que hay un nuevo virus, aunque cada vez hay más pruebas de su no existencia (ver esta noticia donde se informa que varios paises adminten no tener registros del coronavirus aislado).

Hay mucha desinformación oficial sobre eso y ya no podemos confiar en la veracidad de lo que dicen las versiones oficiales televisivas que sabemos que mienten más que hablan. Las secuencias que hay por ahí supuestamente oficiales, es muy posible que se la hayan «inventado» a partir de una base de datos, como con todo lo demás, pero lo que sí sabemos es que desde los orígenes de la pandemia, eso no había sucedido y se estaban utilizando igualmente los test y los argumentos de enfermedad como si el virus se hubiera reconocido por los medios científicos que marcan los postulados.

Para entender esto, debes saber que para que se puede determinar que hay un nuevo virus, hay que hacer unos complejos procesos que no resultan nada fáciles. El primero es aislarlo y purificarlo, que es tomar de una muestra de tejido de alguien que presente síntomas y conseguir separar ese virus de cualquier otro código genético de las células que acompañan a esa muestra. Eso originalmente no se había hecho, ahora, no podemos asegurar que se haya hecho, pero todas las evidencias, estudios y confesiones de multitud de universidades y estamentos oficiales, inducen a pensar que ni fue, ni ha sido aislado todavía, la mentira viene desde el origen, por lo tanto… fórmate tu criterio. Nosotros estamos convencidos de que no, pero por rigor, no lo aseguramos.
 
La segunda pauta que se precisa es secuenciarlo, es decir, traducir todo ese código genético a una lengua entendida por la ciencia. Para secuenciarlo necesitas tener el virus aislado para que no presente código genético de naturaleza propia de la muestra, es decir, de células, en este caso, humanas. Este virus no se secuenció por completo bajo esas pautas, por lo que el código genético resultante lleva código que no pertenece exclusivamente al supuesto virus en cuestión.
 
Lo que hicieron desde el origen de la pandemia, fue usar una parte del ARN del que disponían, según indicaciones de la información dada por el muy confiable el gobierno chino (ironía), introducirlo en una base de datos genómica universal y por inteligencia artificial obtener una supuesta secuencia del virus. Con ese ARN, que en realidad, no ha sido más que un virus virtual construído desde un ordenador, es con el que construyeron la pandemia y todas sus herramientas.
 
Date cuenta que con estas premisas sobre el virus de origen, no puede salir nada fiable de esos test y esto es lo que ha sucedido y así es cómo ha sido toda esta farsa y lo que estamos sufriendo con los test.
 
A todo esto, le añadimos la segunda causa por la que un test PCR no es fiable para detectar SARS-coV-2, que es por la cantidad de ciclos que tiene que hacer.
 
Como ya sabes, un test PCR lo que hace es ampliar una secuencia determinada, pues bien, la cantidad de veces (ciclos) que un determinado test necesite hacer eso para dar un resultado, está directamente relacionada con la fiabilidad del resultado, pues, según todos los informes, a partir de una cierta cantidad, alrededor de 30 ciclos, los resultados no son fiables, pues casi cualquier cosa, suficientemente amplificada podría llegar a dar positivo. Los test que se están utilizando necesitan 45 ciclos, hazte la idea de la precisión.
 
Y esto es lo que hemos tenido. Los test que se están utilizando, tienen tantos ciclos en su proceso que los hace inútiles en cuanto a su fiabilidad. Lo escucharás de mano de los profesionales comprometidos en los próximos videos.
 
La tercera y última causa por la que los test PCR no son fiables para detectar el SARS-coV-2 es por la calidad de las muestras. Si este test tuviera algún sentido para el diagnóstico, sería para realizárselo a las personas con síntomas claros, en ese caso, los resultados estarían más cerca de ser reales ya que se podría valorar el resultado junto con los síntomas y poder llegar a alguna conclusión médica coherente junto con otras pruebas, para que se pudiera diferenciar entre COVID-19 y gripe estacional, por ejemplo, pero eso nunca se ha hecho, pues lo que buscan, son números.
 
Números de positivos que en la TV se encargan de decirte que son «nuevos casos» o «infectados» o «contagiados», lo que es del todo erróneo y tendencioso, pero es así como lo transmiten, porque es una tergiversación buscada para manipular tus creencias sobre la realidad y tenerte con el miedo que necesitan para que sigas llevando la mascarilla, entre otras cosas, sin rechistar y con gusto porque quizás, te haga sentirte seguro/a, lo que está del todo alejado de la realidad, como verás más adelante.

En esta entrevista de Iker Jiménez a José Antonio Campoy podrás ver dos posturas. La del periodista y director de la revista Discovery Salud, un valiente entre los valientes que lleva informando con rigor científico sobre la salud y contra el corrupto sistema farmacéutico durante muchos años y por esa causa es perseguido e injuriado por el sistema frente a la postura del supuesto investigador Iker Jiménez.

Obsérvese cómo Iker Jiménez, salvo alguna pregunta interesante, se hace el tonto con asuntos que, si fuera un verdadero investigador sincero, tendría que tener esos conocimientos mínimos de cómo funciona el mundo. Ante esto, solo hay dos posibilidades, o es un mal investigador o es un vendido. Mira este vide o sobre lo que piensa la disidencia de este personaje.

Nuestra opinión se inclina más en la segunda opción y le prestaremos especial atención algún día en nuestro blog porque creemos que es de los que juegan a dos bandos, por eso se vió obligado a hacer esta entrevista, presionado por la disidencia que le sigue. En nuestra opinión, hay suficientes indicios de que esto es como creemos si se sigue sus comportamientos durante la pandemia, lo investigaremos y te daremos nuestras conclusiones finales.

Colocamos esta entrevista para que se vean las dudas que cualquier desinformado, representado en este caso por la ignorancia fingida de Iker Jiménez, pueda tener, de esa manera, si es tu caso, te dará información que puede ayudarte a entenderlo todo.

De todo este montaje, han sacado sus números, que ni siquiera, puestos en contexto con otras enfermedades, justifican estas medidas criminales, pero para intentar aumentar en lo posible esas cifras, ni siquiera se centran en determinar el número de personas, sino el número de test positivos. Qué mas da si a una persona se le hacen 2, 3 o más test, cada uno es un número valioso para ponerlo luego en la TV como un nuevo infectado. ¿Vas entendiendo cómo montan la mentira y la sostienen?

En definitiva, los test PCR son una farsa y te recomendamos desde aquí, que no te sometas a ningún test y mucho menos, estando sano/a, si quieren números, que se jodan.

Hay tres tipos de científicos y médicos hoy en día, los que participan en la farsa que «el Sistema» les ha propuesto a cambio de ciertos beneficios personales, los que callan ante la farsa que son capaces de ver o que no ven nada extraño ni incoherente en los protocolos impuestos y los que dan la cara y se la juegan, unos al 100% y otros en las medidas de sus posibilidades.

Los primeros se arrepentirán algún día de su alta traición, pronto se sabrá la verdad y quedarán en evidencia. Si no son acusados por su participación frente a la justicia, serán sus conciencias y sus entornos los que les pasarán factura, pues llevan mucho daño en sus espaldas.

Pero ahora, en cambio, es a estos pseudomédicos a los que el sistema presenta en sus televisiones y los que mantienen el puesto o ascienden, creando, marcando y ejecutando las medidas y protocolos que sus pagadores extras les indican. Sus mentiras son muy bien pagadas ahora, pero les saldrán caras después si no salen pronto de ahí.

Los segundos, son esos que pertenecen al rebaño médico, no cuestionan nada ni teniéndolo delante de sus narices, solo creen y obedecen. Cobran un sueldo que aseguran con su silencio y obediencia, mantienen a sus familias y creen que están haciendo lo correcto. Si eres uno de esos, esperamos que esta web haya hecho cambiar tu perspectiva de la vida y tus prioridades y pienses que estás condenando a tus seres queridos y a tus descendentes con tu silencio y sumisión.

Los terceros, los que dan la cara, son desprestigiados, amenazados, perseguidos, ridiculizados, despedidos, expedientados y cualquier cosa que imagines que se puede hacer para callarlos y, a la vez, exponerlos desde esa perspectiva para hacerte pensar a ti que no son de fiar.

Viendo esto, no es difícil llegar a la conclusión de que lo más beneficioso, aunque también lo más detestable y mentiroso, es ser de los primeros; lo más fácil y también lo más cobarde, es ser de los segundos y lo más difícil, arriesgado, heroico y también, lo menos beneficioso, es ser de los terceros, por lo que… piensa un poco. ¿Están todos completamente chiflados y se quieren suicidar socialmente o es que se la juegan diciendo la verdad?

Todos estos valientes que dan la cara por la verdad, reciban nuestra más profunda admiración y afecto, sois la CORDURA Y LA RAZÓN doctorada. En el asunto de los test, aunque han sido muchos los profesionales que han dado la cara por todo el mundo, nuestra más cercana referencia ha sido y es, la Doctora Mª José Martínez Albarracín. Un especial abrazo para ella y para la Doctora Natalia Prego, fundadora de Médicos por la verdad. GRACIAS. GRACIAS. GRACIAS.

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